
La aparición de la bellísima Terry en las páginas de Playmen surtió efecto muy pronto y el mundo del cine se interesó de inmediato por aquella muchacha británica. Sólo cinco meses después de su aparición en la revista, la edición italiana de Playboy daba la noticia de su participación en una película del prestigioso Alberto Lattuada. Aunque al lector español o hispanoamericano pueda resultarle desconocido este director, fue uno de los grandes autores del neorrealismo. Fue él quien lanzó al joven Federico Fellini permitiéndole codirigir con él la película "Luci dei varietà" y también descubriría a la mítica Silvana Mangano. Teresa podía, por tanto, sentirse afortunada de estar en semejante compañía en la lista de descubrimientos del realizador. Sin embargo, el cine de Lattuada se había ido adaptando al correr de los tiempos y en los setenta estaba más obsesionado con lo que en Italia se llamaban 'fanciulle in fiore' o sea, jovencitas en flor. Por eso en sus películas de estos años el argumento siempre giraba en torno a mujeres muy jóvenes a las que, en consonancia con el boom del destape, mostraba en todo su esplendor, con una mezcla explosiva de lascivia e ingenuidad. Un caso análogo sería el de Nastassja Kinski, a la que dirigiría en 1977 en "Así como eres", en un papel al que perfectamente podía haber optado también Teresa. En ambos casos la trama era enormemente morbosa y difícil de llevar a buen puerto, pero el oficio de Lattuada era tal que consiguió dotar de gran ternura a productos que a priori tenían todos los visos de ser sonrojantes e inverosímiles. Por lo general, se considera que todas estas películas no han resistido el paso del tiempo, lo que parece muy extensible a la filmografía de Teresa, muy de los setenta, pero aún así hay en ella escenas de una belleza deslumbrante que no pueden relegarse al olvido. Eso es lo que sucede con "Le farò da padre" ("Le haré de padre"), que en España se tradujo como "Padre putativo" y en el mundo anglosajón se tituló "La bambina". En otros apartados se reseñarán debidamente las películas. En ésta, Teresa interpretaba a una muchacha de dieciséis años con retraso mental, hija de una condesa interpretada por Irene Papas. Un ambicioso abogado secuestra entonces a la muchacha para chantajear a la madre, pero acaba enamorándose de la niña, que resulta ser una criatura desinhibida, que da rienda suelta a sus instintos con la libertad que le confiere su absoluta inocencia. Al evocar la pureza de la naturaleza sexual del ser humano, liberada de prejuicios culturales, religiosos y sociales, las escenas más escabrosas se convierten en un extraño canto a la vida hermosamente perturbador.
Ciertamente, el público que acudió en masa a ver la película en 1974 no fue por este motivo, pero sirvió para convertir a Teresa en estrella.

Probablemente en aquella época no dominaba aún el italiano, pero tampoco importó ya que su personaje no sabía hablar y no tuvo que aprenderse el papel por fonética. La única palabra que dice en toda la película es 'scopami' ('fóllame'), que el personaje del abogado le enseña a pronunciar. En sus siguientes películas en italiano Teresa sería siempre doblada, ya que a pesar de aprender la lengua de Dante era imposible disimular su fuerte acento británico.
La audacia de esta joven, casi una niña, y su espontaneidad y dulzura, calaron muy hondo en aquella sociedad en plena efervescencia del destape y Teresa siguió recibiendo ofertas. Es de suponer que el comienzo de su carrera le hizo decir adiós a la comuna de Terrasini para instalarse en Roma. A pesar de todo, y según se afirmaba en el Playboy de octubre del 79, Teresa no se implicaría en el mundillo social del cine de la época, manteniéndose alejada de las fiestas y saraos de los vips de la época. Por aquel entonces el cine italiano vivía sus últimos años de gloria, a punto de irse a pique con la llegada de los ochenta. Curiosamente, Teresa se incorporó justo en los últimos estertores de una época en la que Visconti, Fellini, Pasolini y Rosellini apuraban sus últimos trabajos memorables.
No sabemos qué ofertas rechazó por entonces la joven británica, pero dada su primera película fue atraida de inmediato a la órbita del entonces naciente cine erótico de ínfulas artísticas, por entonces considerado por ciertos sectores de la crítica como de calidad. Un ejemplo de ello fue su siguiente película, "Vicios privados, públicas virtudes" obra no de un destajista salido sino de Miklos Jancso, el realizador húngaro más destacado del momento, autor de obras maestras como "Los desesperados" o "Salmo rojo" de fuerte componenda política.

En la película Teresa aparece mucho pero sólo dice tres o cuatro frases y canta una canción infantil con su propia voz. Algunos momentos son cinematográficamente muy bellos y elaborados pero la película puede resultar al espectador de hoy absolutamente incomprensible.
Quizás un poco harta de papeles sin casi texto, Teresa se presentó al casting de "Salon Kitty" de Tinto Brass, por entonces muy prestigioso y autodenominado discípulo de Rosellini. Este otro producto erótico-artístico se ambientaba en la Alemania nazi, en un burdel controlado por las SS para espiar a sus oficiales. Brass no la seleccionó inicialmente, pero parece que después de una entrevista solicitada por ella logró convencerle de que era la adecuada para el papel de Margarita, la protagonista. Brass aceptó y por fin Teresa tuvo un papel con texto largo, y en inglés. Personalmente, la película no me acaba de convencer pese a lo interesante de la idea. A la censura tampoco, que le aplicó numerosos cortes haciéndole a Brass renegar de ella. Aún así, fue un éxito de taquilla y se convirtió en una película de culto, siendo una de las dos de Teresa que hoy pueden conseguirse con facilidad y que son citadas miles de veces en internet.

Después de 1977 Teresa desapareció misteriosamente hasta que en 1981 volvería a la escena con dos películas. Es indudable que si como dice Brass, se quedó embarazada, fue durante este período de tiempo, en que aprovechó para cuidar de su bebé y allanar el terreno hacia una trayectoria que la desvinculase del género erótico. Pero no sería una labor fácil.


De arriba a abajo, cartel de cine de "Padre putativo" (1974), Alberto Lattuada, Miklos Jancso, Tinto Brass e imagen de Teresa en "Salon Kitty" (1976).