En 1981 Teresa vuelve a deleitar a sus seguidores con dos títulos: "El corazón del tirano o Boccaccio en Hungría", nuevamente de Miklos Jancso y "La desobediencia" de Aldo Lado. La primera, rarísima de encontrar hoy (yo se la encargué a un amigo que estuvo un año en Hungría y la alquiló en un videoclub, donde no se la quisieron vender. Al final la devolvió sin copiarla en lugar de mangársela, como hubiese hecho un buen amigo, porque estaba más interesado en sus asuntos. Nunca se lo he perdonado) transcurre en la Edad Media. Teresa es la reina Katalin, que se baña en sangre de doncellas, como Elisabeth Batory, la condesa sangrienta, para permanecer eternamente joven. Es la única película suya que no he visto.
La otra está basada en una novela de Alberto Moravia y transcurre en Venecia, durante la república de Saló. En ella Teresa es la institutriz judía de un chico de quince años que se inicia en el sexo con ella y se hace partisano. Ninguna de las dos películas fue un éxito. Ese mismo año, Teresa fue fotografiada por el gran David Hamilton en Playmen e hizo un pequeño papel en la serie de TV "La Cartuja de Parma". Tengo noticias de otra miniserie en la que pudo actuar, "Poco a Poco", con guión de Francis Durbridge y dirigida por Alberto Sironi, pero no he logrado confirmarlo.
En 1982, el director erótico-vampírico francés Jean Rollin le ofreció hacer de vampiresa en el film "La muerta viviente". Fue a Roma a verla y se encontraron en la oficina del agente de ella. Teresa le dijo entonces que no trabajaría con él bajo ninguna circunstancia. Él no entendió porqué y comentó años después "creo que estaba ligeramente loca". Si uno ve la película, hecha con cuatro duros, entiende la negativa de Teresa, que hubiera tenido que morder un trozo de carne cruda ensangrentada enfundado en el cuello de otra actriz. De todos modos, la actriz que hizo finalmente la película, Françoise Blanchard, tiene un aire a ella. Aparte de rechazar a Rollin, ese año de 1982, Teresa tampoco trabajó en ninguna película o serie.
En 1983 aparece en la serie "Capitán X" y hasta 1984 no participa en un largometraje. Nada menos que tres años le separan del último que rodó. No puedo establecer si tenía dificultad para encontrar papeles o ella misma se lo tomaba como un hobby, u, otra hipótesis, si había vuelto a ser madre o se dedicaba a su familia. La película de 1984, rodada con bajo presupuesto es "Il ragazzo di Ebalus" de Giuseppe Schito. El argumento es bastante pueril: un terrorista abandona su banda y se hace amigo de un granjero. Teresa es otra terrorista encargada de darle caza y lo persigue hasta que lo encuentra y lo mata. La carrera final en que esto sucede es bastante ridícula.
Una prueba de que Teresa se había tomado en serio lo de no seguir con el rollo erótico es que se le ve en una innecesaria escena de ducha y se tapa con una toalla, no llegando a salir desnuda, mientras que la otra actriz de la película no tiene empacho en enseñar los pechos.
La película recibió algún premio en un pequeño festival independiente por tratar el espinoso tema del terrorismo. Al año siguiente, Teresa acepta el papel más pequeño que haya hecho hasta entonces, lo que evidencia que su carrera pasa por un mal momento (a menos que, como repito, trabajase por hobby). Hace de la primera esposa del escritor D'Annunzio en el film "D'Annunzio" de Sergio Nasca. La película es muy aburrida y ella sale en tres escenas, una de las cuales es la que abre el film. No está nada guapa con el peinado que le ponen y supuestamente está embarazada de 8 meses, aunque si no lo dicen, uno ni se entera.
En 1986, con 31 años, Teresa hace su última película. Tras cinco años sin ningún éxito, con su estrella declinando y haciendo ya papeles alimenticios, "La donna del traghetto" es un verdadero regalo para ella. Es una historia preciosa rodada con muy pocos medios, a orillas del río Po. Teresa tiene un ferry con el que pasa a la gente de un lado al otro del río y en su camino se cruza el bondadoso marionetista Gioli, que ansía tener un niño. La película, dirigida por Amedeo Fago, se estrenó en Cannes. En el último plano, Teresa, que ha hecho realidad el sueño de Gioli, pero de una forma misteriosa y casi mágica, le sonríe con ternura cuando él la encuentra sentada a la orilla del río, mientras las excavadoras derriban su casa. Me quedo con esa maravillosa sonrisa de Teresa para cerrar su corta carrera, de doce años de duración.
Quizás por quedarse con el buen sabor de boca de este último trabajo, quizás decidida a dedicarse a su familia o acaso ya cansada del mundo del cine, que ahora que había madurado le parecía una locura de juventud, Teresa Ann Savoy desapareció sin hacer ruido de la escena en 1986. Desde entonces, son muchos los que se han preguntado qué fue de ella y por qué no volvió.
Pero la bella Terry guardó silencio, sumiéndose en un misterio similar al que un día la trajo a la comuna de Terrasini.
Arriba, dos imágenes de Teresa en "Il ragazzo di Ebalus" (1984). Desde su primera película no actuaba en ningún título ambientado en la época actual.
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